martes, 10 de junio de 2008

Meditación, remedio contra la ansiedad


Los mendocinos realizan estas prácticas para lograr una mejor calidad de vida y alejarse del estrés y las fobias que impone la sociedad actual. Las terapias se usan en el campo de la psicología y psiquiatría.
Virginia Di Bari
Estaba muy angustiado y sentía que el mundo se venía encima. Luego de que terminé terapia, empecé a buscar algo que me ayudara a seguir afianzando los cambios de actitud hacia la vida que había conseguido. Así fue que comencé a hacer relajación y meditación, y los resultados han sido radicales. Mi manera de relacionarme con los demás y de encarar mis actividades cotidianas es desde una posición más tranquila, positiva y consciente”, Mariano (30), quien recurre a estas prácticas desde hace dos años. Al igual que él, los mendocinos han comenzado a abrir una puerta que hasta hace poco era desconocida. El estrés, las fobias, la ansiedad, la depresión y las enfermedades psicosomáticas son algunas de las causas que han obligado a buscar nuevos caminos y terapias alternativas para tomar distancia de la vorágine que impone la sociedad actual y de esa manera obtener una mejor calidad de vida. Según aclara Máytilli Devi de Asociación Sophia (yoga, meditación, alimentación natural y tai chi), en el mundo existen miles de técnicas que sirven para preparar el terreno que lleva a aplacar la mente fluctuante y, así, entrar en un estado de silencio, siempre estando consciente. “La meditación es el camino para descubrir nuestro mundo interior. Nos conduce hasta una verdad: la de aprender que cada uno es responsable de su propia vida, de las decisiones que toma y de la calidad de pensamiento que tiene. Además nos ayuda a refrescarnos que vivimos en el presente”, explica la fundadora de ese lugar. Para ella la mejor práctica es aquella que respeta la unidad cuerpo (postura), energía-respiración y mente. Devi precisa que cada estado emocional carga con una pauta respiratoria automatizada y crónica que arraiga cualquier cuadro que se padezca. “Es un círculo vicioso. Por eso es importante intervenir sobre la respiración de manera consciente. Si bien los resultados de alivio y relax son inmediatos, el practicante debe trabajar mucho tiempo hasta que se fijen nuevos patrones respiratorios y respuestas emocionales diferentes”, sostiene Devi. En este sentido, el arquitecto Horacio Cangelosi, profesor de yoga, explica que cuando se medita a través de la respiración, el cerebro se coloca en ondas alfa, es decir que alcanza un nivel de relax que permite que la persona se introduzca en la función creativa. “Algo que permite una mayor receptividad o un mejor desempeño en lo que se vaya a realizar. En síntesis, permite ordenar el pensamiento”, agrega el director del Instituto de Investigaciones y Aplicaciones Científicas y Tecnológicas (Invesciencias), una fundación internacional con delegación en la Argentina. A modo de ejemplo, Cangelosi expresa que cuando alguien está angustiado porque tiene determinados problemas, la razón se acelera y dificulta la búsqueda de soluciones. “La persona deambula por toda la problemática y eso le ocupa toda la energía. En cambio, con la práctica de la meditación, puede concentrarse en la resolución del conflicto. Permite encontrar respuestas que, muchas veces, están dentro de uno”, profundiza. Hacia este horizonte, que integra lo mental, corporal, psicológico y espiritual, sin prejuicio de creer que se trata de algo místico, se dirigen hombres y mujeres de entre 30 y 50 años, aunque la franja también abarca cada vez más a los jóvenes de entre 14 y 20 años. Lo cierto es muchos buscan aprender estas técnicas porque atraviesan situaciones traumáticas o bien han sido enviados por profesionales de la salud, ya que tienen problemas que no pueden resolverse desde la medicina. Los especialistas coinciden en señalar que a la par que la sociedad se complejiza van surgiendo nuevos espacios que enseñan a obtener el bienestar. “Ha cambiado la receptividad de la gente hacia este tipo de prácticas alternativas. De hecho, ya se usan en escuelas y empresas de varias partes de mundo”, indica Cangelosi. No por nada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la meditación es una herramienta para evitar enfermedades. “Si tu mente está ordenada, tu sistema inmunológico funciona equilibradamente”, manifiesta el arquitecto. En los últimos años, la apertura hacia las terapias alternativas ha sido tal que muchos psicólogos y psiquiatras trabajan con la relajación y visualización para que el paciente descubra aquello que lo aflige o anda necesitando. “Partiendo de la respiración y la imaginería, la idea es sacar el dolor corporal o mental para que se relajen y a partir de ahí trabajar normalmente. Esto ayuda a que no se contamine tanto el pensamiento y puedan contactarse con ellos mismos”, declara Gabriela Silva, psicóloga, quien aplica estas técnicas en las sesiones. Los resultados para Silva saltan a la vista. Analiza que al bajar el nivel de estrés, el paciente adquiere más seguridad, logra asumir y enfrentar sus problemas y modificar la forma de ver la situación por la que atraviesa. Sin embargo, el proceso no sólo trae beneficios propios. Los especialistas opinan que cuando una persona se siente bien, inmediatamente genera un cambio en el entorno más cercano: familiares, amigos, compañeros y jefes.


Fuente:

Diario Los Andes

10 de Junio de 2008



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