jueves, 23 de agosto de 2007

Cómo disfrutar del verano sin "dejarse la piel en el intento"



Universidad CEU San Pablo
El dermatólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Dr. Adolfo Sanz Asenjo, analiza las claves para disfrutar del Sol de un modo seguro.

Disfrutar del verano
Para disfrutar del "astro rey" sin peligros para la salud, es fundamental seguir una serie de pautas, tales como mantener la piel bien hidratada y utilizar un índice de protección solar adecuado al fototipo.
El alarmante aumento del número de personas afectadas por cáncer de piel –sobre todo melanomas- producido en los últimos años ha originado la aparición de campañas de concienciación de la población en Australia y en diversos países europeos. Y es que, si bien el Sol tiene beneficios indudables (broncea, es antidepresivo, contribuye a la modulación de las funciones hormonales y favorece la síntesis de la vitamina D), también puede convertirse en el peor compañero del verano, causante de graves lesiones, que pueden tener consecuencias muy peligrosas para la salud. No en vano -explica el profesor de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Dr. Adolfo Sanz-, el verano es la época más peligrosa para la piel: “en verano somos más vulnerables al Sol por la posición del mismo y por la mayor cantidad de piel expuesta. Se producen, además, más deshidrataciones y la piel tiene mayor riesgo de quemaduras”. Por ello, saber broncearse de forma discreta, sobre todo los primeros días de verano, es imprescindible. El sol, sin peligros Para disfrutar del ‘astro rey’ sin peligros para la salud, es fundamental seguir una serie de pautas, tales como mantener la piel bien hidratada y utilizar un índice de protección solar adecuado al fototipo (tipo de piel) de cada uno: éstos van del 1 al 6, siendo el 1 el de una persona pelirroja, con tez lechosa, tendencia a quemaduras y nula aptitud al bronceado, y el 6 una persona de cabello y piel muy oscuro, sin tendencia a quemaduras y con una excelente aptitud al bronceado. Para las personas de fototipo más bajo, explica el Dr. Sanz, la crema solar indicada debe tener una protección de 50, mientras que los fototipos más altos pueden utilizar con seguridad una crema de factor de protección 20 para los primeros días de exposición. Progresivamente, se podrá ir bajando el factor de protección, siempre según el tipo de piel. Otro aspecto importante es renovar la crema solar con frecuencia, sobre todo después del baño y tener siempre presente que la pantalla total no existe. No tomar el sol entre las 12 y las 16 horas, usar protectores físicos como pañuelos, gorras o sombrillas y protegerse también la piel para la realización de actividades al aire libre, tales como paseos, deporte, jardinería…son medidas esenciales, recuerda el dermatólogo de la Universidad CEU San Pablo. Además de todas estas precauciones, es recomendable una visita previa al especialista, que resulta muy indicada para personas con mayor riesgo de padecer cáncer de piel; es decir, aquellas con piel muy blanca o muchos lunares, así como con antecedentes de melanoma. Los más pequeños Existen numerosas publicaciones, explica Sanz Asenjo, que relacionan las quemaduras solares de la infancia con la aparición de cáncer de piel en la edad adulta. Por ello, proteger a los más pequeños es fundamental. Los menores de tres años no deben quedar expuestos directamente al Sol, y, a partir de esa edad, la crema de protección y los protectores físicos son imprescindibles. El gran olvidado En los cuidados básicos de la piel, hay que tener en cuenta que el cuero cabelludo también necesita hidratación y protección frente al Sol. De esta forma, el uso de champús con fotoprotector, el aclarado del pelo después de un baño en piscina con cloro, y la hidratación extra de la cabeza son medidas importantes. Pero la precaución con el Sol no es la única que se debe incrementar en la época estival. Las piscinas aumentan notablemente el riesgo de contagio de micosis y del virus del papiloma humano (verrugas). ‘Soladictos’ Al tomar el sol, se liberan en el organismo sustancias estimulantes que incitan la toma compulsiva de más radiación UV. Según explica el doctor Sanz, esta situación se debe considerar como una adicción más; y es que, “conseguir que esas personas se deshabitúen es difícil. Deberían saber que el exceso de sol puede provocar inmunodepresión y mayor facilidad para la aparición de tumores no solo de piel sino de otros órganos también”. El doctor Adolfo Sanz Asenjo es dermatólogo y profesor de Dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo. La Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo tiene sede en dos Campus, el de Montepríncipe y el de Argüelles, y cuenta con los centros docentes clínicos del Hospital Central de la Defensa, en Carabanchel y el Hospital de Madrid en Montepríncipe. En el Campus de Montepríncipe se imparten la Licenciaturas de Medicina y Odontología y la Diplomatura en Enfermería, mientras que en el de Argüelles se cursan los estudios de Fisioterapia, Psicología y Podología. En el Hospital Central de la Defensa se imparten las disciplinas clínicas correspondientes a Medicina y Enfermería, y en el Hospital de Madrid-Montepríncipe las correspondientes a Enfermería.


Fuente:

Cronica Universia

23 de Agosto de 2007



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