martes, 21 de agosto de 2007

¿Conoce todos los beneficios del after sun?


Descubra cómo obtener un bronceado bonito y saludable este verano


Obtener un bronceado luminoso y uniforme es el sueño de cada verano, aunque existen dos enemigos que pueden arruinar la elasticidad y firmeza de la piel sin apenas darnos cuenta: los peligrosos rayos UV-A y UV-B tienen la capacidad de atravesar la epidermis, y actuar bajo la capa superficial de la piel. Las quemaduras, la irritación o la descamación son las manifestaciones más evidentes de este proceso, aunque no son las únicas: los daños más profundos destruyen las fibras de elastina y colágeno, dando lugar a la sequedad, las manchas, y, por último, el temido envejecimiento celular.Por eso es recomendable seguir una serie de consejos básicos para proteger la piel del sol, haya o no quemaduras. El after sun es el aliado perfecto para prolongar el bronceado, y, además, cuidar en profundidad la piel, manteniéndola elástica y tonificada durante todo el verano. Sus efectos van mucho más allá de los de una crema hidratante: alivian la sensación de quemazón, hidratan y regeneran las células dañadas, y preparan la piel para nuevas exposiciones. Sus compuestos incluyen ácidos grasos y vitaminas, aunque algunas marcas han desarrollado innovadoras fórmulas para multiplicar sus beneficios: lociones que incorporan anticelulíticos, geles reafirmantes, cremas antiedad... . Y son presentados bajo múltiples texturas para facilitar su absorción: emulsiones, mousses, sprays... . Toda una inversión en belleza y salud, que le permitirá sacar partido de cada rayo de sol de forma saludable. Consejos para un bronceado equilibrado:
Bajo el sol. El uso de cremas solares adecuadas a nuestro fototipo, beber agua durante la exposición al sol o evitar las horas de mayor riesgo son algunas de las precauciones que nunca hay que olvidar a la hora de disfrutar de la playa o la piscina.
Evite el agua fría. Ducharse después de un baño de sol es muy recomendable, aunque es preferible evitar el agua fría: los cambios bruscos de temperatura pueden dañar aún más la piel. Una ducha tibia será suficiente para calmar las molestias provocadas por el sol.
Una dosis extra de protección. La cara, las manos y el escote son las partes del cuerpo que más sufren los efectos del sol. Existen productos específicos para estas zonas, que pueden aplicarse a modo de mascarilla para potenciar sus efectos regeneradores.

Fuente:

Hola.com

21 de Agosto de 2007



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