viernes, 14 de diciembre de 2007

Los ronquidos pueden atormentar la vida en pareja



Para muchos matrimonios, todo está perfecto hasta el momento de ir a dormir. Uno de los dos interrumpe el sueño al otro por su “orquesta” de ronquidos.

Esta situación acarrea problemas del sueño en el mismo “roncador” y en sus acompañantes Los ronquidos se producen por las vibraciones que realiza el velo del paladar al pasar el aire durante el sueño, y que se originan al colapsarse las partes blandas comprendidas entre la cavidad bucal y la faringe. Normalmente, el problema se manifiesta cuando el sujeto comienza a dormirse.
El ronquido tiene en la actualidad un creciente interés en nuestra sociedad y se sitúa entre los problemas de gran trascendencia para la salud, ya que, además de molesto, es preocupante y no sólo desde el punto de vista social y en el entorno familiar, sino también desde el punto de vista médico, debido a que altera el patrón del sueño y priva al roncador de un descanso adecuado.
Según un estudio elaborado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), el 60 por ciento de los hombres adultos roncan de forma habitual mientras duermen, frente al 40 por ciento de las mujeres mayores de edad.
La mayoría de los casos reconocidos son leves y se solucionan con una simple corrección de la postura, aunque también puede deberse a un problema orgánico (desviación del tabique nasal, etc.), o al reblandecimiento del los tejidos de la lengua, la garganta y el paladar.
Más hombres que mujeres Según destacan los expertos en trastornos del sueño, los ronquidos se dan con mucha más frecuencia en hombres que en mujeres, aunque no se sabe muy bien por qué. Así, señalan que “en las unidades del sueño la proporción es de 10 a 1 a favor de ellos, pero esto puede obedecer a que la mujer empuje más a su marido a acudir a este tipo de unidades o simplemente que él ronque más y más fuerte y no oiga a su pareja. Además, por algún motivo que tampoco conocemos, durante la edad fértil la mujer tiene menos problemas respiratorios, pero una vez llega a la menopausia empieza a roncar más”.
Los ronquidos guardan también una estrecha relación con la postura. Así, los expertos señalan que son más habituales en quienes se acuestan boca arriba que en quienes lo hacen boca abajo o de lado, y por eso los grandes roncadores suelen dormir mirando al techo.
La explicación médica se encuentra en que, durante el sueño, la relajación muscular hace que la mandíbula descienda ligeramente y la boca queda entreabierta, con lo que la lengua cae hacia atrás si la persona está durmiendo boca arriba. Eso hace que se dificulte el paso del aire y la respiración se vuelva ruidosa.
Así una persona puede roncar por diferentes motivos: disminución del tono muscular en la lengua o en los músculos faríngeos; aumento de tamaño de las amígdalas o adenoides, como ocurre en los niños y en personas obesas; excesiva longitud del paladar blando y de la campanilla; obstrucción de las vías respiratorias nasales, etc.
También existen una serie de factores que favorecen el ronquido, entre ellos se encuentran la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco o tranquilizantes, y las alteraciones de las fosas nasales como desviación de tabique, pólipos o rinitis.
Síndrome de apnea Sin embargo, en ocasiones los ronquidos pueden ser un síntoma de determinados problemas de salud, entre los que sobresale el conocido como síndrome de apnea del sueño (SAHS), padecido actualmente, según estimaciones de los neumólogos, por el 2 por ciento de las mujeres y en torno al 4 por ciento de los hombres adultos, lo que supone una cifra de aproximadamente un millón de afectados en España.
En el caso de la apnea del sueño, los ronquidos adoptan una característica muy llamativa, pues suelen ser estentóreos y poco regulares. Según destacan desde la Separ, “es como si de pronto el individuo, que en realidad lleva sin respirar diez o más segundos, se diera cuenta de que necesita inhalar aire e intentara atraparlo todo en un instante”. (averlo.com)
¡Qué tormento!
Estos sonidos estrepitosos y un tanto extemporáneos hacen aconsejable ponerse en manos del médico, pues la apnea del sueño, además de provocar una excesiva somnolencia al día siguiente, se ha relacionado con problemas de hipertensión, trastornos cardíacos y una probabilidad de sufrir accidentes de tráfico que multiplica por seis la de un conductor normal.
Además, las personas que padecen este síndrome también suelen presentar otros síntomas como dolor de cabeza matutino, sensación de no haber descansado durante la noche, irritabilidad, sueño agitado con frecuentes sobresaltos, pérdida del deseo sexual, enuresis (micción involuntaria), y problemas de atención y de memoria, entre otros.


Fuente:

Correo del Caroní

14 de Diciembre de 2007



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