martes, 18 de diciembre de 2007

“Me muero por estar lacia”


tiempo que -día tras día- muchas invertimos en obligar a nuestros cabellos rizos a que sean lacios contra natura, estaríamos hablando de meses o hasta de años. Hemos vivido, literalmente, entre dubis, planchas, peinillas calientes, tenazas, rolos inmensos y, por supuesto, toda suerte de alisados.
Pero, con tal de estar lacias, lacias, ¿hasta dónde serían capaces de llegar algunas? Pues, parece que hasta poner en riesgo sus vidas -sí, sus vidas- con tal de combatir el encaracolamiento del pelo ondulado.
De hecho, el pasado mes de octubre, una joven mujer brasilera -María Eni da Silva-, de tan sólo 33 años, murió asfixiada luego de usar un alisado que contenía formaldehído, mejor conocido como formol o formalina, un agente altamente carcinógeno.
Según se ha reportado, el alisado que usó precisa de unos pasos parecidos al de los iones. En ambos casos, el tratamiento dura de 1½ a 3 horas, dependiendo del rizo y el largo del cabello. Se aplican soluciones químicas y se usan tenazas calientes. Luego de la aplicación, la persona no debe lavarse el pelo ni usar gomitas o hebillas durante 48 horas, pues se marcaría el cabello.
La diferencia estriba en que el producto brasilero (que cuesta entre $150 y $600 por tratamiento) emite gases tóxicos durante su aplicación y durante el proceso para removerlo del cabello. En cambio, el alisado de los iones ha sido probado y comprado durante años como un método seguro.
UNA PRÁCTICA PELIGROSA
El producto que, según oficiales del país carioca, provocó la muerte de da Silva, se desarrolló hace un par de años en Brasil. Por aquel entonces, dicho alisado reclamaba dejar el cabello “más liso, suave, brilloso y sedoso” que ninguno otro jamás inventado. Pero, como suele suceder cuando se promueve algo como “perfecto”, resultó demasiado bueno para ser verdad.
Y es que, lamentablemente, el alisado en cuestión contiene suficiente formol como para ser nocivo para la salud (entre las marcas a la venta en Estados Unidos, el contenido fluctúa entre 3.4% y 7.4%). Y no hay que olvidar que el formaldehído es, nada menos, que el producto principal para el proceso de embalsamar muertos.
CÓMO SURGIÓ
Cuenta la leyenda urbana que un embalsamador brasilero descubrió que el formol alisaba los cabellos de los fallecidos. Luego de dicho “descubrimiento”, a finales de 2006, Mauricio Ribeirio, un famoso estilista -también de Brasil, pero radicado en Los Ángeles, Estados Unidos- introdujo el alisado con formol en el Argyle Salon & Spa, donde trabajaba. En EE.UU., el mismo es conocido como Brazilian Blowout y en Brasil como Escova Progressiva.
El caso es que la lista de clientas deseosas de tener los cabellos “más lacios que nunca” no se hizo esperar. Y en pocos meses, el procedimiento ya se estaba practicando en múltiples ciudades de Estados Unidos. Sin embargo, en pocos sitios encontró tanta fanaticada como en Nueva York.
Más aún, lo preocupante del caso es que aquí mismo, en Puerto Rico, se consideró importar y distribuir este producto potencialmente peligroso.
No obstante, por lo que pudimos constatar, el alisado con formol no está a la venta en la Isla.
A PESAR DE TODO
Según revelara la revista americana Allure, en su edición de octubre de este año, en Estados Unidos, el Brazilian Blowout todavía se consigue en algunos salones. De hecho, el mismo se llegó a ofrecer en el de John Barrett (en la tienda Bergdorf Goodman) y en el de Frédéric Fekkai, ambos en Nueva York. Y quién sabe cuántos lo estén usando underground.
Lo que, probablemente, no saben los que lo solicita todavía a estas alturas es que, en Brasil, Anvisa (Asociación Nacional de Vigilancia Sanitaria) ha estado en proceso de prohibir el uso de formol en alisados. Sin embargo -y también de acuerdo con la revista Allure-, ninguna departamento de salud lo ha prohibido en EE.UU. Más aún, la revista cita a Verónica Castro, portavoz de la FDA, diciendo: “Nosotros no regulamos (el uso de) los ingredientes en los cosméticos, excepto por los aditivos de color”.
Por todo ello, se espera que este tipo de producto -que también se mercadea bajo el nombre de Brazilian Keratin Treatment- jamás se use en Puerto Rico.
ADVERTENCIAS DE UN EXPERTO
Como medida preventiva, A tu manera optó por entrevistar, entre otros, a William Fred “Billy” Santiago, gerente de operaciones de la Funeraria Ehret y coordinador y profesor de la Universidad Antilles School. Este experto en embalsamamiento -quien cuenta con 34 años de experiencia en la industria- informó que “el formaldehído es un químico que se utiliza para desinfectar, preservar y afirmar los tejidos del cuerpo de una persona fallecida”.
Santiago señaló, además, que el formol “se usa, también, para elaborar medicamentos y para hacer artículos de plástico, pero en distintas intensidades y porciones”.
No obstante, su uso principal es para embalsamar muertos, pues “este químico inactiva las bacterias del cuerpo y retarda la descomposición”, según dijo.
GASES Y VAPORES LETALES
La advertencia principal que Santiago quisiera hacerles a las personas que pudieran considerar usar un alisado -o cualquier otro producto de belleza- con más de un 0.2% de formol es que, “en primer lugar, el uso del formaldehído está regulado por la forma 1910-1030 de OSHA (Oficina de Seguridad y Salud en el Empleo, por sus siglas en inglés). Esta norma indica que el formol es un químico que produce gases y vapores; es un líquido altamente irritante para las membranas mucosas del tracto respiratorio y de los ojos, para la piel y causa dermatitis”.
Debido a ello, y a pesar de las múltiples precauciones que toman los expertos en la industria mortuoria, afirmó el gerente de operaciones de Ehret que “la mayoría de las enfermedades de los embalsamadores son de las vías respiratorias”.
“EL CABELLO SE MALTRATA”
Modern Hairstyling Institute es una academia de cosmetología y estilismo con 50 años en la industria. Hasta allí llegamos para entrevistar a Maritza “Mara” Rodríguez -directora de dicho instituto-, quien advierte acerca de la importancia de usar los servicios de estilistas y cosmetólogos debidamente entrenados y certificados. Y en cuanto al uso de un alisado (como la controvertida Escova Progressiva) que contuviera formalina, Rodríguez expresó que ella les advertiría a las personas que el formol “es un gas incoloro, que maltrata el cabello, puede dar bronquitis crónica y hasta asfixia. Es dañino, es un veneno y no debemos utilizar un producto que tenga formol, a menos que tenga 0.2% o menos. Pero, una vez sube de ese 0.2%, pues, es dañino”.
Por todo ello, la directora del Modern Hairstyling Institute aconseja que si alguien les ofrece venderles o aplicarles este producto, que obren con extrema cautela.
“HAY QUE HACER LO CORRECTO”
Por su parte, Esteban Montes -propietario de los dos salones de belleza del mismo nombre- y quien declaró que ha “dedicado más de la mitad de mi vida al campo de la belleza”, se mostró preocupado de que el alisado brasilero con formol pudiera aparecer en la Isla.
En su salón de Guaynabo, el afamado peluquero dijo: “Ya yo había escuchado algo de este producto (alisador) que contenía formol. El distribuidor que me habló (del mismo)” -el polémico Brazilian Blowout-, “me dijo que lo estaban evaluando todavía por este asunto de los gases que emana el producto”.
“Pero, yo”, continuó, “como profesional de la belleza y con un alto sentido de responsabilidad, velo no sólo por el trabajo que hago, sino por la salud del staff que trabaja conmigo, por la de los clientes y la mía. Por eso evalúo bien todos los productos (que usamos)”.
Por ello, también, Montes descansa en compañías y distribuidores de reputación intachable, que vendan productos súper probados, y se manifestó completamente reacio a usar un producto como el alisado brasilero.
¿Su consejo para el público que pudiera considerar usar un alisado con formol? “Que se aseguren de que estén bregando con un profesional licenciado en el campo de la belleza y que esa persona tenga unos niveles y unos valores éticos bien altos. Mi política es que nosotros hacemos lo que entendemos que es correcto para el cliente y para el staff que trabaja con nosotros, y no, necesariamente, lo que el cliente quiere. Porque, si algo sale mal, el cliente no va a decir ‘esto fue lo que yo pedí que me hicieran’, sino ‘esto fue lo que me hicieron en tal salón’”.

Fuente:

Primera Hora.com

18 de Diciembre de 2007



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1 comentario:

FELIPE CARDOZO dijo...

EN REFERENCIA A LOS ALISADORES, QUIERO REFERIRME AL CHOCOLIS. ES MUY DAÑINO PARA LA SALUD, PRODUCE MAREO, DOLOR DE CABEZA, NAUSEAS , ADORMECIMIENTO DE LAS VIAS RESPIRATORIAS, E IRRETAVILIDAD, ADEMAS NO ALIZA NADA, Y CONTIENE FORMOL, EN ARGENTINA ES PROIVIDO POR EL ANMAT NO LO USEN