martes, 22 de abril de 2008

ABC del masaje


Mucho más que un gesto cosmético, los masajes acompañan la aplicación de tus cremas de cara y de cuerpo e incluso, de los champús que utilizas. Son todo un tratamiento de los pies a la cabeza. Disfruta del placer del tacto en casa o con una sesión profesional.
Automasaje facial
Todos los productos de belleza duplican sus resultados si durante la aplicación se realiza un pequeño masaje. En la cara debes realizar un automasaje como gesto casi obligado. ¡Ojalá que todas las obligaciones fueran tan placenteras como ésta!
Además, te ayuda a estimular la piel y tonificar los músculos faciales. Basta con dos minutos diarios para que los resultados se noten sobre la piel. Te explicamos paso a paso todo lo que debes hacer frente al espejo:
- Lo primero es extender bien la crema por las palmas de las manos y hacer un masaje general por todo el rostro. Con las manos extendidas, sigue la dirección de los músculos faciales en sentido ascendente y hacia fuera.
- Realiza un ligero pellizcamiento con los dedos índice y pulgar partiendo del centro del mentón hasta las orejas, y continúa por el labio superior y los pómulos.
- Con las yemas de los dedos apoyadas en las sienes, realiza movimientos de rotación y descansa haciendo una pequeña presión. Debes repetirlo alternativamente.
- Alisa la frente y el entrecejo por medio de pases sucesivos con las yemas de los dedos, siempre en sentido ascendente hacia la raíz del cabello.
Termina con un alisado del cuello y del escote. En el cuello, el sentido correcto será hacia abajo y para el escote, en dirección a los hombros y hacia arriba.
Masaje relajante
Si necesitas un poco de relax corporal, debes empezar el masaje después de un buen baño. - Comienza por los pies para favorecer la circulación sanguínea y continúa en sentido ascendente: piernas, abdomen, esternón, brazos, hombros, nuca y espalda.
- Utiliza las palmas de las manos para hacer alisamientos y las yemas de los dedos para hacer rotaciones en los puntos de tensión.
Los movimientos de manos deben ser largos, lentos y fluidos.
Debes mantener un ritmo suave, al compás de tu respiración (lenta y profunda).
Cada pase de manos debes repetirlo cinco veces como mínimo.
Puedes cambiar de postura, sentarte o tumbarte para alcanzar mejor en determinadas zonas. Lo importante es tu comodidad.
Masaje energizanteEspecial para cuando estás con el alma por los suelos y necesitas cargar las pilas. Entonces, tu masaje debe estar enfocado a vigorizar, tonificar y despertar de ese letargo físico y mental que te tiene sumida en el cansancio. Empieza con una ducha rápida de agua templada o fría. Este tipo de automasaje se inicia también por los pies.
- Utiliza las palmas de las manos, los puños y las puntas de los dedos para hacer palmoteos, alisar, amasar o pellizcar todo tu cuerpo.
- Los movimientos de manos deben ser rápidos, ágiles y firmes.
- Elige cremas o aceites de masajes acordes con el objetivo que estás buscando: los extractos estimulantes te ayudarán a activar la energía.
- El ombligo es el centro energético más importante. Para cargar las pilas, realiza 10 rotaciones con el puño cerrado alrededor del ombligo, en sentido contrario a las agujas del reloj.
Aprovecha los movimientos descendentes para expulsar el aire y los ascendentes para inspirar con fuerza.
¿Crema o aceite?
Existe una variada oferta de exquisitos aceites de aromaterapia que ayudan a dejar la piel como la seda y, de paso, te relajan los nervios. Sólo hay que elegir entre añadirlos al agua del baño o dejarlos para aplicarlos después por medio de un masaje.
Si la textura grasa del aceite no te resulta muy agradable, puedes cambiarla sin problemas por una textura crema, gel o emulsión. La mayoría de las firmas de tratamiento cuenta con productos específicos para el cuidado de los problemas corporales, desde la celulitis a las estrías. En general, se trata de fórmulas muy nutritivas y con capacidad para estimular la microcirculación cutánea. Todas resultan válidas para darse un buen masaje. La fórmula y la textura elegida corren a gusto del consumidor y según el objetivo que necesites: relajar, estimular, revitalizar o, simplemente, hidratar.
Con tacto profesional
Los masajes profesionales son un verdadero lujo en todos los sentidos. Si tienes la posibilidad de ponerte en las manos de un masajista experto, no lo dudes. Un buen masaje es casi una experiencia religiosa...
Estudia la carta de masajes del centro y entrevístate primero con el profesional que te va a dar el masaje. En los centros especializados en masajes suelen hacer un diagnóstico inicial para saber cuál es el tipo de masaje que mejor se adapta a tus características físicas y emocionales.
Si el centro o el profesional no te inspiran confianza o ves que te puedes encontrar algo violenta, es mejor que solicites información en otro centro. No hay nada peor que darse un masaje con algún tipo de recelo, pues te impide disfrutar al 100% de sus fantásticas propiedades. Cuando se inicia la sesión debes permanecer en silencio para alcanzar la máxima compenetración con el masajista y que el resultado sea satisfactorio. Aunque si tienes frío o te encuentras incómoda en algún momento, debes advertirlo.
Automasaje corporal
Las cremas, aceites y leches corporales penetran mejor si las aplicas con un masaje. Aunque sólo te extiendas 5 ó 10 minutos, los resultados serán más eficaces. Especialmente indicado en casos de celulitis y mala circulación en las piernas.


Fuente:

Nueva Prensa de Guayana

23 de Abril de 2008




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