jueves, 15 de noviembre de 2007

Consejos para un buen momento de relax


Muchas veces, cuando llegamos a casa después de una jornada agotadora, lo único que queremos es darnos un buen baño para relajarnos y olvidarnos de todos los problemas del día.Según el momento en que se tome, el baño puede ser energizante, curativo, relajante y placentero, y brindar a su vez, diferentes soluciones corporales.Si de relajarse se trata, un baño largo y preferentemente caliente antes de acostarse, cumplirá con creces ese objetivo. A la mañana, es aconsejable tomar un baño de agua tibia o casi fría porque, además de refrescante, sirve para despertarse.En el momento de reponer energías, es ideal bañarse a mitad del día y con agua a temperatura media.Paso a paso y gota a gota, estos son los pasos que habría que seguir para lograr resultados exitosos: gorra en mano, el baño de inmersión debe comenzar con una ducha rápida que limpie la piel y la deje respirar y absorber humedad.Luego hay que llenar la bañadera con agua y aplicar una crema nutritiva en el rostro de modo de permitir una absorción más profunda para la piel, merced a que los poros están abiertos por efecto del vapor.El siguiente paso es diluir el aceite, las sales o lo que se quiera agregar, a la bañadera. En caso de que sea jabón líquido o espuma, es mejor aplicar una pequeña cantidad sobre la esponja. Llegados a este punto, sólo queda sumergirse, relajarse y gozar. Luego es aconsejable frotar el cuerpo con movimientos circulares a partir de los pies hacia arriba y con más fuerza en los lugares propensos a las durezas. Si es necesario puede utilizar una piedra pomez enjabonada.Una vez enjuagado el cuerpo y ya fuera de la bañadera, es bueno realizar fricciones enérgicas con el toallón para quitar las células muertas que hayan quedado en la superficie de la piel.Colocar sobre el cuerpo una crema humectante o aceite natural de almendras brindará una agradable sensación de bienestar.Este es el momento ideal para realizar automasaje en los músculos internos de los muslos, vientre, debajo del brazo y entre el codo y la muñeca.Si puede invertir unos dinerillos puede recurrir a los gimnasios o centros de belleza y tomar un baño turco que no es otra cosa que calor húmedo, muy aconsejable para quienes deseen bajar de peso.Descanso y relajaciónNo hay que pertenecer a la New Age o ser ferviente seguidor de Dalai Lama para reconocer la energía que reside en nuestro interior.El primer paso consiste en la actitud que la persona tenga frente al problema que la aqueja. Una actitud negativa seguramente sólo llevará a empeorar la situación, creando un clima de desesperanza tan triste que el enfermo no encontrará fuerzas siquiera para tomar un remedio.Pero nuestro cuerpo necesita el estímulo de la propia actitud que, si es positiva, favorece y colabora con este proceso natural.Otro punto a tener en cuenta es el descanso acompañado de una correcta relajación. Las horas dedicadas al sueño son fundamentales en esta situación donde el organismo gasta más energía que de costumbre al tratar de curarse.


Fuente:

El Dia

14 de Noviembre de 2007



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