viernes, 31 de octubre de 2008

El manejo de situaciones embarazosas en la mesa


Todo lo que tenga que ver con la comida es muy delicado y me refiero por igual al proceso de escoger los comestibles, su compra, preparación y servicio.
He notado que a varias personas les ocurre lo mismo que a mí cuando en la mesa ocurren cosas desagradables. Esta semana, al compartir el almuerzo durante un evento académico con un grupo de compañeros de estudio, el plato principal que me sirvieron traía un pelo y a un amigo que estaba sentado al lado en el postre le salió otro.
No supe qué hacer; simplemente, quedé traumatizada. Al informar al gerente, la respuesta que recibí me dejó más desconcertada: hablaría con el proveedor pastelero. María ElisaLa etiqueta de este tema supone un conocimiento respecto a la manipulación de los alimentos y se trata en especial de la responsabilidad de quién está en contacto con estos.
La higiene es un factor esencial y para garantizarla es indispensable conocer la normativa al respecto. Es deber de quien prepara y asimismo de quien sirve prevenir este tipo de accidentes que no tienen razón de ser ni admiten disculpas.
Por esta razón, las personas que preparan los alimentos deben adecuar la presentación a su actividad, las mujeres tienen que llevar el pelo cogido, inclusive cubrirlo con gorros especiales y los hombres usarlo muy corto o también taparlo.Por eso, los profesionales, los chefs, se cubren la cabeza con gorros especiales o usan balacas. Tampoco es conveniente tener barba o bigote si se trabaja en este medio.
Se trata de evitar situaciones negativas y, por esto, la presentación personal de quien prepara alimentos es exigente. Las uñas tienen que ser muy cortas y sin esmalte. No se usa maquillaje o productos con fragancias, como colonias, que pueden alterar las comidas.Es preciso ser estricto en lo que concierne a la higiene personal, ya que a pesar de la temperatura de la cocina o las especies que se empleen se debe oler bien. Todo tiene que hacerse en un ambiente de aseo, casi de asepsia, como si se tratara de una sala de cirugía.Al igual que en cualquier otro trabajo de equipo, se necesita de la cooperación de quien esté involucrado en cada caso. En trabajos como este debe existir una persona que antes de salir de la cocina revise la presentación en detalle de los platos y quien sirve tiene que examinar lo que lleva, ofrece o entrega.Jamás se puede culpar a otra persona de un acto de irresponsabilidad como este, en el cual está en juego la imagen del lugar. Vale la pena recordar que una imagen se construye en una vida y se puede destruir en una fracción de segundo.El perjudicado lo que debe hacer es informar inmediatamente a quien le ha servido para que prudentemente retire y reemplace el plato que de ninguna manera se paga.
Es más, si se trata de un restaurante, el gerente del lugar debe acercarse al anfitrión e inmediatamente excusarse y desagraviarlo mediante el ofrecimiento de una botella de vino de la mejor calidad posible.Si ocurre en una casa, el comensal hace como si se estuviera comiendo para no afectar a los demás y al levantarse de la mesa le debe informar al anfitrión. ¡La verdad, por cruel que sea, debe ser siempre la verdad!DIANA NEIRACONSULTORA DE IMAGEN


Fuente:

El Tiempo

31 de Octubre de 2008



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