lunes, 4 de agosto de 2008

Compatibilizar trabajo, ocio y familia


Como el día sólo tiene 24 horas y debemos dedicar, al menos, ocho a dormir, más vale que aprendas a gestionar bien las 16 restantes. La psicóloga Victoria Cadarso nos ayuda a encontrar la solución.
1. Necesitamos rutinas porque nos dan una sensación de seguridad. Si estableces las tuyas, te resultará más fácil organizarte. Piensa qué es importante para ti y los tuyos y, asigna un tiempo para cada cosa, mejor aún si puedes combinar ocio con familia. Por ejemplo, prueba a cenar todos juntos. 2. Conviene estructurar las tareas del hogar como otro trabajo, teniendo en cuenta que a veces hay que “quedarse un poco más”. Pero recuerda que las horas extra (en casa y en la oficina) han de ser una excepción, porque restan tiempo al ocio y la familia, y la repetición hace la norma. 3. En casa, forma un equipo. Aprende a organizar, repartir funciones y programar. Por ejemplo, divide el trabajo de preparar y recoger la mesa entre los miembros de tu familia, incluidos los pequeños. De esta forma, todos participan y comparten una actividad que les ayuda a comunicarse. 4. Presta atención a las señales que te envía tu cuerpo: cuando vamos por la vida corriendo, empezamos a mostrar señales de mal humor y/o dolencias psicosomáticas, como tensión muscular, dolores... Estos síntomas indican que no soportamos nuestro ritmo diario. 5. Si el trabajo y la familia te absorben tanto que el ocio siempre se pospone, hazte con una agenda. Apunta en ella qué días y horas tienes que dedicarle al trabajo, la casa y los hábitos diarios. Sé consciente de cuánto tiempo inviertes en esas actividades y pregúntate si puedes reducirlo (pero sin hacerlo con prisas). 6. En un folio, haz dos apartados: uno para las tareas ineludibles y otro para las no urgentes. Colócalo en un lugar visible para que toda la familia lo complete. Después, decide quién se encargará de cada cosa y cuándo: “ahora”, “durante la semana” o “el fin de semana”. 7. Para ahorrar tiempo, intenta agrupar tareas: el día que vas al súper, recoge también la ropa del tinte. Pero procura que en tu agenda haya un espacio para los “imprevistos”. Siempre hay cosas que surgen sobre la marcha: una llamada repentina, un recado por hacer, una visita a Urgencias, una tarde en el cine... 8. Intenta que sábados y domingos sean un tiempo de relax y diversión. Si vas dejando cosas pendientes durante la semana para hacerlas entonces, te sentirás desbordada y frustrada. Procura no acumular tareas ni caer en la tentación de hacerlo todo tú. Si necesitas potenciar tu vida de familia, crea un buen ambiente a la hora de la cena que propicie las conversaciones. Se le puede dar un turno a cada persona para que hable de lo que desee. Esto facilita la unión y hace que todos se sientan atendidos, porque hay un espacio para la comunicación. 10. Cultiva tus propias aficiones. Tener una actividad, deporte o pasión propia o que compartes con amigos es algo muy saludable, que te ayuda a disfrutar y soltar tensiones casi sin darte cuenta. Y recuerda: todos necesitamos pasar un tiempo a solas.


Fuente:

Hoy Mujer

4 de Agosto de 2008



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