lunes, 18 de agosto de 2008

S.O.S cabellos al sol

Es hora de evitar males mayores. Si disfrutas del mar y la piscina, protege tu pelo. Sólo así lograrás que llegue al otoño en óptimas condiciones.
Seguro que algún verano has vuelto de vacaciones con el pelo reseco, sin brillo, áspero y con un color que nada tiene que ver con tu tono habitual. Pues bien, ese estado lamentable se debe a que no le has aplicado la protección específi ca que requiere. Y es que, mientras la piel tiene su propio mecanismo de defensa frente a los rayos solares, no ocurre lo mismo con el pelo. Así que, si no quieres volver otro año con el cabello hecho un desastre y pasarte todo el otoño tratando de recuperar tu melena, ya sabes lo que tienes que hacer. Más vale prevenir... Las exposiciones prolongadas al sol son uno de los peores enemigos del cabello. Sin protección, los rayos UV, antes o después, acaban por deshidratar, resecar y debilitarlo, especialmente si está coloreado (incluso, puede llegar quemarse). Y es que el pelo teñido es mucho más sensible a los efectos nocivos del sol: sin los cuidados adecuados, las sucesivas coloraciones lo hacen más poroso y frágil, por lo que es mucho más vulnerable a las agresiones externas. ¿Cómo podemos evitarlo? La mejor defensa es utilizar, en los momentos en que los rayos del sol son más fuertes, sombreros, pamelas y gorras, que además de favorecerte, te protegen. También, es imprescindible que te pongas un fi ltro solar capilar que evite que se reseque y fragilice la estructura del cabello. Hay protectores para cabellos teñidos y naturales. Tienes que ser generosa en su aplicación, porque una vez al día no es sufi ciente: úsalos como los solares para la piel, es decir, media hora antes de exponerte al sol, renuévalos cada dos horas y siempre después de cada chapuzón. Una vez que concluya la jornada de playa, lava tu melena con un champú y un acondicionador o un bálsamo reparador para después del sol. Al menos una vez a la semana, ponte una mascarilla ultranutritiva, que lo repare en profundidad y lo proteja de daños futuros. Cambio de color La melanina del cabello se corresponde con la de la piel. Por eso, el cabello rubio se deteriora antes que el castaño, cuando ambos se exponen al sol. Además, si es fino, seco o sensibilizado, se aclara más fácilmente que cuando es grueso, duro e impermeable. Tampoco hay que olvidar que el cloro de las piscinas es responsable de que muchas melenas rubias acaben el verano con el pelo verdoso, al fi n y al cabo el cloro no deja de ser una especie de lejía que agrede al cabello. Además, la mayoría de las piscinas utilizan un alguicida, cuyo principal ingrediente es el sulfato de cobre, que da el color azul al agua. Con estos dos compuestos químicos, entenderás porqué los cabellos rubios se vuelven verdosos. Así que, si no quieres sembrar las dudas de que procedes de otro planeta, después de bañarte, enjuágate el cabello con abundante agua dulce. No olvides quitar la humedad del cabello con una toalla y luego déjalo secar al aire, es lo más saludable para el cabello y darás vacaciones al secador. Evita los contrastes El cabello también sufre con los cambios bruscos de temperatura a que se ve sometido durante el verano. Lo puedes comprobar por ti misma. Cuando te bañas en la playa, el agua puede estar a unos 22º C y cuando sales, el termómetro marca 38º C, por ejemplo. Pero si decides irte a tomar un refresco a un local cerrado, el aire acondicionado está a 24º C. El dr. Steve Shiel, científi co de Procter & Gamble, asegura que “un incremento de temperatura de 21º a 35º C aumenta la posibilidad de daño y rotura del cabello”. La solución es proteger el pelo con un producto hidratante, que forme una película protectora sobre la fi bra capilar para que mantenga sus niveles idóneos de agua y evite que se deshidrate y reseque. ¿Y a la vuelta? Al acabar las vacaciones, ve a tu peluquería para que valoren el estado de tu pelo. Si lo has protegido, un tratamiento spa rico en sales minerales, proteínas y queratina será sufi ciente para lucir un cabello sano, hidratado y brillante. Si no los has cuidado, deberás armarte de paciencia porque tardarás meses en paliar los estragos. Destierra falsos mitos • Contrariamente a lo que se piensa, el agua del mar no perjudica el cabello, sino que constituye un auténtico tratamiento de belleza para el pelo y el cuero cabelludo. • El agua marina es rica en oligoementos y yodo, que nutren y tonifican. Sin embargo, un cabello impregnado de sal y expuesto directamente a las radiaciones solares sufrirá los efectos demoledores de este cóctel. • La razón es que la sal marina se adhiere a la fi bra capilar y actúa como una lupa y, en las horas de máxima intensidad solar, el cabello se puede quemar. Estos problemas se agudizan en los cabellos teñidos, puesto que son más porosos y están más desprotegidos. • Si éste es tu caso, no dudes en utilizar protectores capilares específicos para cabellos coloreados.

Fuente:
HoyMujer
18 de Agosto de 2008
http://www.hoymujer.com/belleza/tendencias/cabellos,60194,08,2008.html

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