viernes, 17 de julio de 2009

El sol, la fuente de belleza y salud


La exposición de la piel a los rayos solares puede tener efectos beneficiosos o perjudiciales sobre el cuerpo humano, según la duración y frecuencia de la exposición, la intensidad de la luz solar y la sensibilidad del individuo.
Una exposición moderada del cuerpo humano al sol produce una sensación de salud, de tranquilidad natural y bienestar general, tanto psicológica como fisiológicamente, además de que es una acción estimulante. La formidable fuente de energía que representa el sol desata una serie de procesos biológicos y bioquímicos esenciales para la vida del ser humano.
Entre sus principales beneficios para la salud destacan:
* Favorece la formación de vitamina D, la vitamina antirraquitismo, que posibilita la absorción del calcio suministrado por los alimentos, con lo que se logra una formación natural de los huesos, uñas y cabello.
* Refuerza el sistema inmunológico y, en consecuencia disminuye la sensibilidad de ciertos individuos a determinadas infecciones.
*Estimula la circulación de la sangre.
*Contribuye a la regulación de estados depresivos, ayuda a conciliar el sueño y disminuye el cansancio.
*Mejora las enfermedades reumáticas.
*Favorece el aumento en la producción de hormonas sexuales.
Además de que el poder antiinflamatorio del sol es muy importante para algunas enfermedades cutáneas.
Es importante destacar que las radiaciones van a ser provechosas siempre y cuando la exposición a los rayos solares sea en un tiempo moderado, con la protección adecuada al tipo de piel y teniendo siempre muy en cuenta la intensidad lumínica que se recibe. Pero si nos exponemos en condiciones más o menos extremas y sin las medidas protectoras necesarias será el origen de toda una serie de trastornos y dolencias que pueden llegar a convertirse en lesiones graves. (con información de Alicia Sandoval)
Consejo: Que el sol no envejezca tu piel
Durante el verano la piel puede envejecer considerablemente si no se le proporciona la protección adecuada, preparándola antes, durante y después de tomar el sol.
Una forma muy efectiva de mantener tu piel libre de arrugas por más tiempo es el uso de protector solar y humectantes. Otra arma contra esto son las grasas omega 3 que se encuentran en la linaza, la chia o chian, el aceite de pescado, principalmente, y deben consumirse cada día.
Un mes antes de iniciar con exposiciones al sol más intensas se pueden estimular la producción de melanina con aceites derivados del betacaroteno, y preparar la piel exfoliándola, hidratándola y autobronceándola. También es necesario aplicar una buena protección con productos de protección solar como cremas, lociones, geles y factores de protección solar (de 4 a 50).
También puedes aplicar la leche solar y la crema facial anti-edad de L’Oréal Paris para pieles sensibles o productos que tengan filtros minerales y alta protección solar. (con información de Alicia Sandoval)


Fuente:

AL MOMENTO

17/07/09



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