CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — La imagen es parte de una ventaja competitiva y una forma de comunicación. Habla de quiénes somos y de nuestras expectativas sobre la gente a nuestro alrededor.
Por lo tanto, la imagen resulta una inversión, no un gasto. Para que en verdad sea útil, requerimos:
1. Saber elegir entre lo que tenemos.
Antes de saber si necesitamos renovar el guardarropa hay que tomarnos una tarde libre a separar las prendas que usas de de las que no.
El siguiente paso es el espejo. Tómate un tiempo para cambiarte y juzgarte con varias combinaciones que ya tengas. Aprovecha para combinar ideas atrevidas, incluye las prendas que no usabas. Pide a alguien su opinión si no te convence del todo la caída, el ajuste, color o largo de la ropa.
Deja ir lo que no usas. A veces hay apego emocional por cierta ropa, un buen remedio es tomarle una foto.
2. Saber elegir entre lo que vamos a tener.
Piensa en la posibilidad de combinación con otras prendas de ropa que ya tengas.
Si la prenda es de temporada considera el precio que estás pagando por el tiempo en que estará de moda.
Exige calidad a las marcas de prestigio. Ese atributo es lo que justifica el precio, así que fíjate en el material y el terminado. Por ejemplo, un par de zapatos cuyo forro, corte y suela sean sintéticos no deben costar lo mismo que unos de piel.
Por lo tanto, la imagen resulta una inversión, no un gasto. Para que en verdad sea útil, requerimos:
1. Saber elegir entre lo que tenemos.
Antes de saber si necesitamos renovar el guardarropa hay que tomarnos una tarde libre a separar las prendas que usas de de las que no.
El siguiente paso es el espejo. Tómate un tiempo para cambiarte y juzgarte con varias combinaciones que ya tengas. Aprovecha para combinar ideas atrevidas, incluye las prendas que no usabas. Pide a alguien su opinión si no te convence del todo la caída, el ajuste, color o largo de la ropa.
Deja ir lo que no usas. A veces hay apego emocional por cierta ropa, un buen remedio es tomarle una foto.
2. Saber elegir entre lo que vamos a tener.
Piensa en la posibilidad de combinación con otras prendas de ropa que ya tengas.
Si la prenda es de temporada considera el precio que estás pagando por el tiempo en que estará de moda.
Exige calidad a las marcas de prestigio. Ese atributo es lo que justifica el precio, así que fíjate en el material y el terminado. Por ejemplo, un par de zapatos cuyo forro, corte y suela sean sintéticos no deben costar lo mismo que unos de piel.
Fuente:
CNN Expansion.com
23/07/09
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